Descubre cuáles son las principales causas de la desorientación y cómo prepararse para enfrentarlo.
La demencia es una serie de trastornos progresivos que afectan la memoria, el pensamiento, el comportamiento y la capacidad de realizar actividades cotidianas. Existen muchos tipos, siendo el más común el Alzheimer.
Con el tiempo, las personas con esta enfermedad pierden la capacidad de mantener una conversación y responder al entorno, lo que causa cambios en la personalidad y las relaciones. El riesgo de deambular, es uno de los posibles síntomas de comportamiento que podría tener una persona que padezca Alzheimer u otra demencia.
Es importante conocer las señales de alerta que indican cuando alguien podría comenzar a desorientarse y deambular:
– Demorarse más de lo habitual al regresar de un recorrido, ya sea a pie o en auto.
– Hablar con total seguridad sobre asistir a antiguos trabajos o tener que cumplir ciertas obligaciones.
– Olvidar cómo llegar a lugares conocidos o incluso, cómo llegar al baño o el comedor.
– Intentar llegar a casa, incluso cuando se encuentra en ella.
– Volverse inquieto, dar vueltas o hacer movimientos reiterativos.
– Actuar como si estuviese realizando un pasatiempo o una tarea del hogar pero no hacer nada.
– Ponerse nervioso, ansioso o enojarse fácilmente en un ambiente ruidoso y lleno de gente.
Este síndrome es todo un desafío para los cuidadores que están a cargo, sobre todo si no cuentan con el apoyo de especialistas externos. En LivUp queremos entregarte algunos consejos que pueden ayudar a disminuir el riesgo de deambular y traer mayor tranquilidad al hogar:
– Brindar espacios para que la persona tenga actividades estructuradas durante el día, por ejemplo, haciéndolo partícipe de tareas cotidianas.
– Evitar ir a lugares concurridos que sean confusos y puedan causar desorientación.
– Identificar el momento del día o la situación que pueda gatillar la inquietud.
– Planificar actividades para hacer en el momento de la crisis, ya que ayudan a disminuir la ansiedad, agitación e inquietud.
– Evitar tener alfombras y obstáculos con los que la persona pueda tropezarse.
– Disminuir los líquidos hasta dos horas antes de ir a dormir, para que la persona mayor no tenga que usar el baño y pueda tener el riesgo de deambular e durante la noche.
– Reconfortar a la persona si se siente perdida o desorientada.
– Obtener un brazalete de identificación o una cadenita con el nombre de la persona y un número de teléfono de emergencia.
– Considerar tener un dispositivo de GPS que ayude a la persona en el caso de que continúe conduciendo. En caso contrario, alejar el acceso a las llaves del auto.
Es recomendable que el encargado de cuidar a una persona con demencia, tenga informado a sus vecinos y cercanos sobre la situación de deambular y pedirles que le avisen inmediatamente si ven que se encuentra solo afuera. Además, es ideal mantenerse en contacto con otros que estén pasando por la misma situación, asociaciones o experto, para que puedan aconsejarlo o apoyarlo de la mejor manera.
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