En la actualidad, nos encontramos ante un fenómeno demográfico de envejecimiento de la población. Este cambio estructural en la composición etaria de nuestra sociedad tiene amplias repercusiones, no solo en el ámbito de la política pública y economía, sino también en la dinámica familiar. Dentro de este contexto, surge un grupo particularmente afectado: la generación sándwich. Este término describe a los adultos, generalmente de entre 30 y 65 años, que se encuentran en la posición de cuidar simultáneamente de sus hijos y nietos, aún dependientes, y de sus padres mayores, quienes pueden requerir asistencia en aspectos de la vida diaria, atención médica, o simplemente compañía y apoyo emocional.
La generación sándwich se ha vuelto más prevalente en las últimas décadas por varias razones, incluyendo el aumento en la esperanza de vida, que significa que más personas viven hasta una edad avanzada, y el hecho de que muchas personas están teniendo hijos a una edad más tardía. Además, la economía y sistema de salud, han incrementado la presión sobre estos cuidadores intergeneracionales.
Desafío e impacto en la vida diaria
Ser parte de esta generación conlleva una serie de desafíos únicos y complejos. Por un lado, estas personas deben gestionar las responsabilidades de su propia vida personal y profesional, lo cual ya de por sí puede ser una tarea exigente, sumado al trabajo de ser un buen cuidador para sus seres queridos.
El impacto de esta realidad es multifacético. En términos emocionales, no es raro que los miembros de la generación sándwich experimenten altos niveles de estrés, ansiedad y, en algunos casos, depresión, derivados de la presión constante y el temor a no estar cumpliendo adecuadamente en ninguno de los frentes. Económicamente, el desafío también es significativo, teniendo en cuenta el apoyo financiero a padres e hijos, más gastos propios, lo que puede llevar a una situación financiera compleja, afectando la estabilidad económica.
Para la generación sándwich, equilibrar el desarrollo personal y profesional con el cuidado de familiares puede ser una tarea compleja. Optar por ayuda profesional para el cuidado de los seres queridos es una estrategia clave, permitiéndoles concentrarse en su carrera profesional sin descuidar a su familia. Esta decisión puede aliviar la misión de equilibrar múltiples responsabilidades, facilitando así un enfoque en el crecimiento profesional y mejorando el balance vida-trabajo.
Salud mental y visibilización del trabajo del cuidador
El estrés constante de manejar múltiples responsabilidades en una persona que pertenece a la generación sándwich, puede llevar a lo que se conoce como “fatiga del cuidador”, un estado de agotamiento físico y emocional. Esto se ve agravado por la dificultad de encontrar tiempo para el autocuidado, lo que puede desencadenar un círculo vicioso donde el bienestar personal se relega a un segundo plano, exacerbando aún más los problemas de salud mental.
La salud mental se ve afectada de tal modo que puede generar enfermedades como la ansiedad, donde la presión de cumplir con las expectativas en múltiples frentes puede generar una sensación de estar constantemente en deuda con alguna de las partes que dependen de su cuidado, lo que contribuye a una sensación persistente de inseguridad y temor. La depresión, por su parte, puede surgir de la sensación de aislamiento y de la percepción de que las propias necesidades y aspiraciones se han dejado en segundo plano. El duelo por la pérdida de la independencia o la nostalgia por cómo eran las cosas antes de asumir estas responsabilidades puede profundizar esta tristeza.
Estrategias de autocuidado
A pesar de estos desafíos, existen alternativas que los miembros de la generación sándwich pueden tomar para proteger su salud mental:
Buscar ayuda: Esto puede incluir desde apoyo emocional por parte de amigos, familiares o grupos de apoyo o ayuda profesional a través de terapia psicológica.
Servicios de Apoyo, Cuidado y Compañía por Cuidadoras y Acompañantes profesionales: Informarse sobre los recursos disponibles, como servicios de cuidado a domicilio profesional, puede ofrecer alivio práctico y emocional. En LivUP contamos con planes personalizados, que incluyen actividades cognitivas y físicas adaptadas a cada individuo que durante estos 9 años de experiencia han demostrado mejorar aspectos de la vida de personas mayores. Esta experiencia y dedicación no solo aporta bienestar y activación en la vida de nuestros seres queridos, sino también tranquilidad a las familias, evidenciando cómo el cuidado especializado y la compañía adecuada pueden transformar positivamente la vida.
Priorizar el autocuidado: Dedicar tiempo a actividades que promuevan el bienestar físico y emocional es fundamental o también a una actividad que te guste, ya sea ejercicio, pasatiempos, o simplemente descanso.
Establecer límites saludables: Aprender a decir no o a delegar responsabilidades puede ayudar a manejar el estrés y evitar el agotamiento.
La situación de la generación sándwich refleja claramente las complejidades asociadas al envejecimiento de la población. No solo resalta los desafíos económicos, sociales y emocionales que enfrentan las personas cuidadoras, sino que también pone de manifiesto la necesidad de políticas públicas y sistemas de apoyo que se ajusten a las nuevas realidades familiares.
Abrir canales de conversación sobre este tema es vital para construir una comunidad de apoyo y compartir estrategias efectivas que ayuden a manejar el agotamiento mental.