Expertos recomiendan que cuando estés en tus 40 y tus padres tengan alrededor de 70, deberías conversar sobre temas que la mayoría de las familias prefieren evitar.
Estas conversaciones no son siempre fáciles. Muchas veces aparecen barreras que impiden tener conversaciones fluidas sobre variados e importantes temas tales como donde vivir, decisiones financieras, salud y el final de la vida.
Las personas mayores pueden temer perder su independencia, en el sentido de dejar de hacer ciertas cosas, como por ejemplo, manejar. Tú y tu familia pueden estar preocupados sobre el costo de buscar apoyo en casa o del traslado a un hogar.
Te comparto algunas ideas para ayudarte en la comunicación con tus padres sobre temas sensibles.
Empieza ya!
Si tienes 40 y tus padres 70, es momento de empezar a observar y recoger información cuidadosamente. No te apures en llegar a conclusiones ni menos en decidir sin tus padres la mejor solución hasta que hayas conversado con ellos y recolectado información con una mente abierta.
Convérsalo.
Habla con tus padres sobre lo que has observado y pregúntales qué creen ellos que está pasando. Si tus padres se dan cuenta de que enfrentan ciertas dificultades cotidianas, pregúntales como piensan que se podrían resolver. Si tus padres no reconocen un problema, usa ejemplos concretos para fundamentar tu punto de vista y plantear tu preocupación.
Mientras antes, mejor.
Si sabes que tu padre tiene problemas a la vista o le cuesta manejar de noche, empieza por esos temas antes de que surja un problema mayor.
No le hables como a un niño.
Recuerda que estás hablando con un adulto, no un niño. Hablarles con aires de superioridad o como a un niño pone a los mayores a la defensiva porque se sienten pasados a llevar. Ponte en los zapatos de tus padres y piensa como te gustaría que se manejara la situación.
Maximiza la independencia.
Siempre intenta llegar a soluciones que provean la máxima independencia posible para la persona mayor. Busca respuestas que aprovechan las fortalezas y compensan los problemas. Por ejemplo, si tu ser querido necesita ayuda para trasladarse a hacer sus compras o ir al médico, busca servicios de transporte acompañado –como el de Liv Up-, o busca amigos o familiares que puedan ayudar.
Pide ayuda.
Muchos de los temas relacionados con el envejecimiento pueden ser resueltos entregando a tus padres el apoyo que necesitan para mantener su independencia. Departamentos municipales de adulto mayor, geriatras, o empresas que apoyan adultos mayores a domicilio –como Liv Up- pueden ayudar a encontrar soluciones.